6. Las ordenanzas de la iglesia - Las Escrituras establecen la ordenanza del bautismo en agua por inmersión. Todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor deben ser bautizados. De esta manera declaran ante el mundo que han muerto con Cristo y que han sido resucitados con El para andar en nueva vida. La Cena del Señor, que consiste en la participación de las especies eucarísticas–el pan y el fruto de la vid–es el símbolo que expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo; un recordatorio de sus sufrimientos y su muerte; y una profecía de su segunda venida; y un mandato para todos los creyentes "¡hasta que él venga!"
7. El bautismo en el Espíritu Santo - Todos los creyentes tienen el derecho de recibir y deben buscar fervientemente la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, según el mandato del Señor Jesucristo. Esta era la experiencia normal y común de toda la primera iglesia cristiana. Con el bautismo viene una investidura de poder para la vida y el servicio y la concesión de los dones espirituales y su uso en el ministerio.
8. La evidencia física inicial del bautismo en el Espíritu Santo - El bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo se evidencia con la señal física inicial de hablar en otras lenguas como el Espíritu los dirija.
9. La santificación - La santificación es un acto de separación de todo lo malo, y de dedicación a Dios.
10. La Iglesia y su misión - La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios por el Espíritu Santo, con el encargo divino de llevar a cabo su gran comisión. Todo creyente, nacido del Espíritu Santo, es parte integral de la asamblea general e iglesia de los primogénitos, que están inscritos en los cielos.
11. El ministerio - Nuestro Señor ha provisto un ministerio que constituye un llamamiento divino y ordenado con el cuádruple propósito de dirigir a la iglesia en: la evangelización del mundo, la adoración a Dios, la edificación de un cuerpo de santos para perfeccionarlos a la imagen de su Hijo, satisfacer las necesidades humanas con ministerios de amor y compasión